sábado, 29 de diciembre de 2012

Aozora

Pequeña esquirla de luz. Destello fugaz. Tumbado entre las olas. Mirada perdida. Qué anhelo ver entre las cristalinas dunas? El sol juguetea sobre las aguas emitiendo intermitentes reflejos sobre mi rostro. Océano de lágrimas, qué hago flotando sobre ti? No soy yo quien contempla postrado el horizonte, sino una parte de mí. Una parte que se siente sola y náufraga. Una parte que quiere volver a ver un rostro al que amar. Un corazón con ganas de reír. Un corazón que ha llorado el océano sobre el que flota. Un corazón que no puede besar ni abrazar. Un corazón que se desespera por hacerlo. Un corazón que me grita y golpea. Un corazón que está harto de flotar. Dueles cuando camino. Dueles cuando quieto estoy. Dueles cuando vuelvo mi rostro. Dueles cuando miro al frente de nuevo. Buscas enloquecerme. Quieres destrozar mi cabeza. Quieres... Quieres ese destello fugaz. Esa esquirla de luz. Esa estrella sin nombre ni forma. Esa sonrisa de humo. Eres un romántico del amor. No quieres mujeres ni doncellas. Compones versos a corazones y pierdes el sueño por soñar. Irracional fragmento del alma humana. Cuanto más te odio más te necesito. Déjame tumbarme a tu lado. Anhelemos juntos esa esquirla de luz. Ese destello fugaz. Esa estrella sin nombre. Esa sonrisa de humo. Esa fantasía. Ese fantasmal corazón. Esa figura nebuliforme. Ese amor innominado.