jueves, 20 de marzo de 2014

Downfallen

Abrumado. Agonizo aplastado por este torrente de confusión.

Abrí esa puerta sin pensar. Abracé las aguas y me sumergí ensimismado. Entregué mi todo y fui arrastrado sin compasión. Sacié mi sed una y otra vez. Estallé en el más sincero de los gozos. Cerré los ojos.

Desperté. Y tenía miedo. Aún no sé de donde ha salido. Me ancla contra este muro. Ya no disfruto de este mar. Ni rastro de la cordura.
Dónde están mis alas blancas? Ennegrecen bajo este cielo sin estrellas y sus plumas caen poco a poco. Por qué no puedo volar alto sin quemarme. Nunca más volveré a ver el sol de frente? Arranco desesperado cada uno de mis pensamientos. Apuñalo mis sueños y nada consigo. Ensucio más y más el suelo sobre el que yazco. Pintando de rojo el cuadro de mi existencia.
Las manos que agarro no hacen sino reírse de mí.

Nado sumergido en este charco de sangre y sal, buscando la superficie. Sigo sin entender nada.

jueves, 6 de marzo de 2014

Little Romance

Atrapado en el ciclo de noche y día.

Engañado una y otra vez por las burlonas estrellas, sigues levantándote a cada mañana buscando el sol con la mirada. A qué debo esta estúpida ilusión? Esta sonrisa atrofiada? Estos ojos secos y este pecho vacío? Por qué sigue latiendo? Por quién respiro? Hace tanto que no atrapo el aliento que busco...
Y pese a ello sigo cruzando miradas y sigo viviendo fantasías e historias de amor al hacerlo. Tú y yo, somos los dueños y protagonistas del mayor de los romances durante a penas segundos. Volamos imbuidos en una absoluta sensación de paz. Olvido el ahora, olvido el aquí con solo mirarte a los ojos. Tú ni siquiera sospechas el bien y el daño que me haces. Pero me levanto cada día con la esperanza de volver a vivir nuestra breve historia de amor. Nuestros mili segundos de pasión desenfrenada y delicada ternura. Nuestras puestas de sol y nuestros paseos a la orilla de un mar anaranjado. Llenaría un álbum con nuestras pequeñas imágenes. Grabaría un disco con todas las canciones que me surcan el pensamiento al contemplar ese iris que refleja mi interna sonrisa. Te escribiría el libro de todas las palabras en las que nos sumergimos.

Pero el momento es tan breve, tan fugaz, tan insignificante... Con solo romper la estrecha línea que une nuestras pupilas, todo se acaba. Nuestro pequeño mundo se derrumba. Me rompes el corazón a cada pestañeo.

Por ello te maldigo y te ofrezco todo mi agradecimiento, mi breve cómplice, mi fugaz amante. Sueño buscando tus ojos en las sombras. Despierto cada mañana buscando el sol con la mirada. Estúpidamente ilusionado. Sonriendo cansado. Con los ojos exhaustos de tan largas noches y mi pecho solo buscando ser llenado por otra pequeña aventura. Pulso acelerado. Respirando el aire de la mañana tratando de encontrar tu aliento un día más.