domingo, 3 de octubre de 2010

Hollow

Miles de gotas golpean los cristales. Y veo tu rostro en cada una de ellas. El cielo llora tu ausencia en mi lugar. Precipita miles de lágrimas que ya no puedo llorar. Tu ausencia se percibe como un abismo interminable en medio de todo. Una nada que me sigue allá a donde vaya. Un vacío a mi alrededor y en mi interior. No estoy completo sin ti. Soy una identidad sin sentido. Mi nombre no es creíble sin el tuyo detrás. Y cuanto más estoy contigo, más agrandas tu espacio en mí, y más triste es el adiós cuando dejas de ocuparlo. Sigue ahí como una bolsa llena de Nada. Una Nada que duele. Duele mucho. Aguantaría cualquier número de golpes que me dieras. Pero no soporto la carga con la que me dejas.

Pero, ¿sabes qué? Agranda cuanto quieras tu espacio. No temas cuanto te pueda echar en falta. Porque es un constante aliciente para volver a verte. Eres mi enfermedad y mi cura. No regalan la felicidad. Pero mientras sea mi dolor el precio por mi felicidad... No me arrepentiré de seguir a tu lado.

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