martes, 23 de noviembre de 2010

1, 2, 3, 4, 5...

Nadie diría que a base de escombros pudiéramos levantar un castillo.
Nadie diría que pudiéramos mover un castillo entre dos.
Nadie diría que aguantaríamos 5 meses en un Castillo Ambulante.

5 meses escuchando el mismo waltz al hablar contigo.
5 meses pensando en las mismas tardes, en los mismos momentos.

Seguimos andando hacia delante sin pensar siquiera dónde se posarán nuestros pies en la siguiente pisada. Sin mirar hacia delante. Solo posando nuestras miradas el uno en el otro.

Siempre con un waltz de fondo.
Y contando cuervos.

2 comentarios:

  1. Este castillo ambulante es sin duda el lugar más cómodo y acojedor que conozco y conoceré nunca.
    5 meses no son nada.
    Dame más. Más tardes, más momentos.
    No voy a separar mis ojos de ti (ni aunque me vaya a estampar contra una columna)

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  2. Oh dios, siento sobrar en esta entrada, pero tenía que comentar, me encanta Manu, te has lucido :)

    pd.: Tienes que pasarme el castillo ambulante, la quise ver el otro día y me di cuenta de que no la tenía! :)

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