No puedo evitar estremecerme,
cuando tu frío tacto roza mi boca.
Cuando tu ácida respuesta llega a mí.
Cuando tu presencia envuelve mi persona.
Me estremezco con tu aroma.
Enloquezco al mirarte.
Cuando te digo que mi cuerpo tomas,
no puedo evitar el contemplarte.
Frío e impertérrito.
Distante y misterioso.
Nunca soy capaz de decirte adiós,
A tí, mi sorbete de limón.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario