sábado, 22 de junio de 2013

Wanna grab you, yellow star

Por mucho que mire al cielo, no seré capaz de tocarlo siquiera.
Por mucho que me esfuerce, no caminaré sobre las nubes.
Por mucho que el sol me sonría e ilumine mi rostro, nunca me invitará mas que a contemplarlo.
No me concederá una mísera noche. Partirá en cada ocaso. Me abandonará a cada atardecer. Conforme pasan los días, ha permanecido cada vez más tiempo. Cada día he disfrutado más y más de su presencia. Cada día ha brillado más y más para mí. Cada noche he temido más y más que no volviera a brillar. Y conforme el tiempo sigue su curso, parece que lo iré perdiendo día a día.

No quiero. No la puedo perder. A esa estrella que desde el último solsticio ha estado más y más presente en mi vida. A esa estrella que desde hoy empezará a irse cada vez más. Quiero agarrarlo con fuerza y no dejar que se vaya, pero me sigue asustando el dolor. Sé que puede quemarme aún sin pretenderlo. Sé que si voy demasiado rápido, desaparecerá en el horizonte.

Y no hago nada, salvo contemplar como se aleja día tras día y desaparece noche tras noche.

Los sueños y las esperanzas son el castigo más doloroso para quien contempla el firmamento y sus estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario