domingo, 5 de septiembre de 2010

The Crownless King

Nieve blanca cubre el escenario. Fría. Pura. Hermosa.
Demasiado perfecta tal vez. Algo tan exquisito ha de ser destruído a la fuerza. En esta mierda de mundo no hay sitio para esas cosas.

Dos hombres se encuentran. El señor A espera pacientemente la aparición del señor B. Pero su paciencia se disipa al ver subir el ascensor hasta la azotea en la que se encuentra. No tarda ni dos milésimas de segundo en descargar la totalidad de las balas de su arma en la puerta del elevador. Las puertas se abren. Entra en escena una capa sin dueño que se desploma en el suelo. Una Beam Katana se posa en el cuello del señor A.

Mr. Touchdown ha llegado.

El señor A tiene motivos para matar al recién llegado. Motivos por los que destruiría su propia vida como daño colateral. Motivos oscuros y retorcidos. Y, sin duda alguna, motivos justos y nobles. Su acompañante carece de motivos, realmente. Simplemente ha sido citado en aquel lugar para matar a quien ose retarle. El Rey sin Corona sólo busca el placer que le otorga el frenesí de la batalla. No le llega ni dulce ni suave. Necesita Picante.

La contienda finaliza. La cabeza del perdedor vuela sobre el frío cielo para posarse en su exacto sitio. Una macabra coincidencia. ¿Ganó el justo o el villano? Aterricemos en la realidad. En este mundo, las buenas intenciones no dan la victoria. Sólo vale ser el más fuerte. Ser el mejor.

Ganador: Travis Touchdown.
El Antihéroe.
El No More Heroes.



No More Heroes 2: Desperate Struggle

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